En nuestro mundo de aparente inmediatez, los procesos manuales son un gran inconveniente para clientes y empleados. El procesamiento humano crea retrasos innecesarios y provoca errores. Equipos de contabilidad, por ejemplo, podrían llegar a clasifica erróneamente una de cada 20 facturas como resultado de hacer las cosas manualmente. Los clientes esperan un servicio perfecto y rápido, y las transacciones digitales se están convirtiendo en una expectativa mínima en lugar de una ventaja competitiva. Estandarizar los procesos con la automatización ayuda a mejorar el servicio al cliente al acelerar las respuestas, reducir el margen de error y aumentar la calidad del trabajo.
Mientras tanto, los empleados ansían la automatización para poder centrarse en un trabajo más satisfactorio que impulse la creatividad y la innovación. El procesamiento de documentos en papel requiere tiempo y paciencia, lo que deja menos tiempo para los proyectos creativos y la resolución de problemas que harán avanzar a la empresa. Nuestro
estudio demostró que el 64% de los trabajadores europeos disfrutarían más de su trabajo si tuvieran tiempo para tareas creativas. Liberar a los empleados de sus pesadas cargas administrativas y de los aburridos procesos manuales contribuye a mejorar su compromiso y a que se sientan más valorados.
Además de impulsar la cultura del trabajo, la automatización tiene claras ventajas para la productividad. Para las empresas, los procesos manuales representan un elevado coste de mano de obra y un escaso valor añadido. Por no hablar de los problemas de conformidad y seguridad asociados a los documentos físicos. Además de optimizar los recursos y ofrecer la tranquilidad de que los documentos se almacenan de forma segura, la automatización de procesos también ofrece ventajas medioambientales, ya que las empresas utilizan menos papel.