De tecnología disruptiva a parte integral de las operaciones: la hoja de ruta de cloud
La última década ha sido esencial en el desarrollo de la nube y hoy el modelo de TI ha sido ampliamente adoptado por las organizaciones. Ha sido un recorrido decisivo para dar forma y hacer realidad la economía digital en la que todos nos movemos hoy.
El gasto en infraestructura, plataformas y servicios en la nube sigue aumentando, aunque los motivos de la inversión empresarial cambian. Si en un primer momento la demanda de cloud venía impulsada por la necesidad de adquirir nuevas capacidades, habilitar nuevos servicios, provocar disrupción en el mercado y conseguir innovar.
Ya son muchas las compañías que están sacando partido de esas ventajas técnicas y se está preparando para liberar todo su potencial para lanzar la nueva ola de disrupción que viene de la mano de la inteligencia artificial. Y esa nueva evolución convierte a la nube en una necesidad empresarial como componente clave de las operaciones corporativas.
Esta es nuestra visión: este modelo de consumo va a ser fundamental para la mayoría de las organizaciones en los próximos años, aunque los entornos híbridos y on-premise convivirán para extraer lo mejor de los dos mundos.
Actualmente, las capacidades de cloud más demandadas son las relacionadas con Disaster Recovery como servicio, desarrollo de aplicaciones e integración de las existentes en el entorno cloud y proyectos de analítica y machine learning. Todas ellas son críticas en la economía digital.
Esto no quiere decir que no se estén encontrando retos en el camino, tanto en las etapas iniciales como en las etapas de mayor desarrollo, cuando ya han realizado la transición a la nube.
Cuando hablamos con nuestros clientes en el día a día, constatamos que, cuando una empresa decide migrar su entorno, o parte de él, a cloud, las principales dificultades se encuentran en entender las dependencias existentes entre las diferentes apps, evaluar los costes en on-premise versus la nube y valorar si un proyecto es técnicamente viable. Además, resulta complejo el proceso de rightsizing, o seleccionar qué instancias de computación en la nube (máquinas virtuales o bare metal) con los recursos suficientes de RAM, CPU y almacenamiento son necesarias para conseguir el máximo rendimiento al menor coste posible.
Por otro lado, cuando ya han completado su viaje a la nube, la máxima preocupación es la optimización de costes, para conseguir que el proyecto no solo sea eficiente desde el punto de vista técnico, sino también económico, y que el precio de las TI no se dispare.
En Ricoh e IPM, como su filial especialista en cloud híbrida y ciberseguridad, combinamos en nuestra propuesta años de experiencia y conocimientos técnicos en las tecnologías que más están demandando las empresas en este modelo con los servicios profesionales, para ayudar al cliente en las etapas de diseño y despliegue, y proporcionarle servicios gestionados de TI que agilizan la operación y gestión de su nuevo modelo de TI.
En definitiva, con nuestra especialización y solvencia técnica, nos sentimos cómodos y conseguimos que nuestros clientes resuelvan los desafíos que pueden plantear este tipo de proyectos y, además, añadimos una capa de alto valor a través de nuestros servicios antes, durante y después de llevar a cabo este tipo de iniciativas tecnológicas.