El estudio de Ricoh Europe deja patente que las empresas han recorrido un largo camino para conseguir el apoyo de los empleados. La confianza entre empresas y trabajadores ha mejorado durante la pandemia. Más de dos tercios de los empleados (un 69%) piensa que las empresas confían más en su capacidad para sentirse motivados y ser productivos al teletrabajar, lo que supone un aumento del 19% en comparación con un estudio similar realizado en 2021.
Todavía menos de la mitad (un 48%) ha constatado un aumento en la presencia de tecnología de la comunicación en las salas de reuniones para fomentar el trabajo híbrido, mientras que casi uno de cada cuatro (un 23%) afirma que el número de espacios de colaboración en su oficina ha disminuido. Además, solo el 37% considera que se ha producido un incremento en el acceso seguro a los equipos (p. ej., taquillas para recoger equipos informáticos) sin tener que llevarlo a cabo de forma presencial por un compañero. Esto podría provocar importantes fricciones entre los empleados que desean volver a la oficina y desalentarles para que trabajen presencialmente de forma habitual. Si no se aborda este tema, la productividad en el lugar de trabajo podría disminuir mientras los mejores talentos buscan un empleo más flexible.
La creación de un entorno laboral en el que realmente esté presente el trabajo híbrido es el siguiente paso fundamental del proceso. Si bien existen beneficios cuando se tienen personas trabajando juntas en el mismo espacio, el trabajo híbrido se impondrá en un futuro muy cercano. Invertir ahora en el trabajo híbrido es una inversión de futuro, ya que mejorará la productividad y contribuirá a retener el talento.
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